A lo largo del nivel hemos hablado de dinámicas, motivación y jugadores. En el siguiente DAFO
expongo los puntos fuertes y débiles de implantar la gamificación.
A nivel personal, creo que es una estupenda opción que todos los docentes deberíamos de llevar a la practica, pero requiere tiempo, dedicación y esfuerzo.
Si pensamos en el alumnado, despierta en ellos una gran curiosidad y es fuente de motivación. Quieren más, quieren seguir jugando/trabajando. Cuando superan los distintos retos se sienten orgullosos, acrecentando así la capacidad de esfuerzo y la autoestima. Y el trabajar en grupo da sentido de pertenencia llegando a compartir tanto fracasos como logros.
Todos estos ingredientes hacen de la gamificación una opción ideal para la educación del siglo XXI.
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